22/2/09

Mi postura


Mi pequeña contribución a la ingente producción sobre Yoga se refiere al yoga físico o hatha yoga, aunque sé que el yoga no se puede separar de la meditación de la misma manera que la meditación no se debe separar del yoga. Pero con esto ocurre como cuando le decimos a nuestros pequeños “los niños no se tocan la nariz”, frase con la que les indicamos que los niños no se deben tocar las narices, pero que –como todo el mundo sabe- todos los niños se tocan las narices y lo hacen además con fruición. Pues eso, el yoga es inseparable de la meditación y la meditación es inseparable del yoga, y todo ello está conectado con la ciencia de la vida o Ayurveda, que es la “medicina” tradicional de la India, que en este momento se imparte en más de 400 universidades de aquel país. 
En el Yoga se hace realidad aquella chinoiserie de que los que hablan no saben y los que saben no hablan. Sri Ma Anandamayí nos ha dejado apenas 3 frases. Tampoco Jesús escribió (**). Por otra parte ocurre como en otros ámbitos. Verbi gratia, si le consultamos a un amigo informático sobre cuál es el ordenador personal que nos conviene comprar, o a un perito grafológico sobre el significado de una “a” con un óvalo demasiado picudo, probablemente sólo nos serán provechosos los tres primeros minutos de su explicación. Todo lo demás nos resultará inútil, abrumador y muy pesado. Lamentablemente a los buenos profesores y monitores de Yoga europeos, que los hay, en proporción directamente proporcional a su experiencia, se van añadiendo ristras de verbosidad que resultan desconcertantes. Y preocupantes. Sobre todo cuando se remiten al período anterior a las invasiones arias y a épocas dravídicas que remiten casi al Pleistoceno superior. 
Después de que el Yoga en Occidente superara con bien las sospechas de tratarse de algo sectario o relacionado con las drogas alucinógenas y demás, ahora nos tenemos que ver con esta plaga de vendedores del elixir de la eterna juventud o de la autoayuda y el autoengaño. Para adentrarse en el aparato doctrinal y filosófico del Yoga no se necesita menos vigor que el necesario para iniciarse en los misterios y los dogmas de nuestros sistemas filosóficos y teosóficos. Y además puedo decir desde mi personal experiencia del Yoga (desde el año 1990), lo mismo que del Tai chi (desde el año 1995), que no aumentan la inteligencia de nadie. Lo prometo por la salud de mi canario. El Yoga, señoras y señores, no aumenta la inteligencia. 
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que asistimos ante una mitificación sorprendente de todo cuanto suena a chino o suena a sánscrito y va firmado por nombres exóticos que nos remiten a lo étnico y evita realidades sociales como las que trasmite un apelativo como “Mariano” o “Raúl”. La gran parte de las citas que se van difundiendo generalmente a través de los powerpoints, etc. tienen su equivalente por lo menos entre los autores cristianos y no ya entre los padres de la Iglesia como San Agustín, sino incluso en sus exégetas y en divulgadores del grueso más anónimo. Al lado de la pirotecnia lingüística de utilizar nombres de difícil retención memorística, también hay -como en otros campos- una especie de yoga exhibicionista y competitivo que no tiene nada que envidiarle a los bodybuilders y a otros obsesos del culto al cuerpo, la vigorexia y al propio ego. 
El yoga no es algo externo, aunque lo que más nos llegue de él sean las posturicas y las medias vueltecicas y el contorsionismo de asanas de muy difícil realización y mantenimiento. El yoga es algo interno y hay asanas que puede realizar cualquiera y allí hasta donde llegue con igual beneficio que obtendría un yoguini perfeccionado e instalado en la ortodoxia y el ascetismo más radical.
En otro orden de cosas, por lo que respecta al yoga físico o hatha yoga, o ramas como el yoga integral, está claro que su mejor exposición es la práctica. De la misma forma que es muy estrambótico pretender escribir un tratado sobre cómo planchar, y el mejor método para enseñar a planchar es coger una plancha y mostrar su manejo, el mejor método para enseñar los efectos y las técnicas del yoga es la práctica (sadhana).
Yo debo mi salud, e incluso diría que no haberla perdido, al agua, a la miel, al arroz y al yoga. Todo lo que no arregle con esos pilares de mi bienestar sé que será fatal. Por eso escribo un blog. El yoga me ha permitido conectar con mi respiración y me ha hecho cuidar mi cuerpo para hacerlo resistente, sensible, ligero, receptivo, atento. El yoga me ha permitido conocer mi naturaleza animal, humana y hasta divina y mi identidad con otras personas y con otros seres de este mundo. 
Dejo aquí mi agradecimiento por los maestros de la tradición que la han ido trasmitiendo a lo largo de los siglos y por los monitores que he tenido a lo largo de mi insignificante vida: Julián Peragón, Miquel Gabarró, Cristina Matas y Maja Drnda.

Yoga

Vyâdhistyânasamshayapramâdâlasyâvirati
Bhrântidarshanâlabdhabhûmikatvânavasthitatvâni
Cittaviksepâste ‘ntavâyâh

“Hay nueve clases de interrupción del desarrollo
de la claridad mental: la enfermedad,
el estancamiento mental, las dudas, las ilusiones
sobre el verdadero estado de sí mismo,
la falta de perseverancia y la regresión.
Son obstáculos porque crean perturbaciones mentales y
refuerzan las distracciones”
Yoga-Sutra, Patañjali
*
Cosa de 3000 años
El yoga se ha popularizado enormemente en Occidente en los últimos cuarenta años pero proviene de la India y comenzó a practicarse hace unos 3000 años.
Los Upanishads son los textos más antiguos y data del 900 a. J.C. Hacia el 500 a. J.C. el buda Gautama practicaba las técnicas de meditación del Raja Yoga.
Los Yoga-Sutras de Patañjali están datados aproximadamente el 200 a. J.C. y se consideran el primer manual yóguico. El camino descrito por Patañjali se centra en ocho ramas: yamas y niyamas, que son cualidades o preceptos yóguicos, asanas o posturas para la salud, pranayama (control de la respiración), pratyahara (sincronía de sentidos y pensamientos), dhyana (meditación) y samadhi (despertar).
El Hatha Yoga es la última gran escuela de la época clásica y la que influyó en el mundo moderno. La gimnasia sueca y el método Pilates son hijos del Hatha Yoga.
En la actualidad hay varias escuelas, entre las cuales destacan la del Kundalini Yoga, que el yogui Bhajan comenzó a enseñar el siglo pasado en los años setenta, y el yoga desarrollado por B.K.S. Iyengar.

Algo más que relajación
La práctica del Yoga tiene uno de sus pilares en la respiración. La regulación de la respiración tranquiliza la mente y ayuda a la concentración. Además, permite llevar esta función fisiológica y energética a un rendimiento mayor. 
El beneficio que se acostumbra a vincular a la práctica del Yoga es el control del estrés y la relajación. Sin embargo, si vamos más allá del tópico, podemos contemplar la evidencia de más beneficios: la concentración, la estabilidad, la alienación de la columna vertebral y la calidad postural, la flexibilidad y la agilidad. 
La práctica continuada de los asanas permete advertir que aumenta la fuerza del cuerpo y se retrasa el envejecimiento, se mejoran las funciones digestivas, la circulación y la capacidad pulmonar.

Efectos de la práctica de los asanas
Los ciclos de posturas y las posturas permeten perseguir efectos diversos ja sean estimulantes, relajantes, energetizantes o vigorizantes.
Los asanas afectan miembros y órganos concretos (las articulaciones, el hígado, los riñones, los intestinos o el corazón). Los estiramientos de las posturas producen efectos profundos en los órganos internos. El cuerpo se oxigena y se desintoxica.
Hay posturas contraindicadas en determinadas enfermedades, o bien durante el embarazo o la menstruación. Por este motivo es conveniente seguir las orientaciones de un experto y del médico. También es conveniente no autoproducirse lesiones por sobrecarga.
En general, sin poder entrar en detalles, podemos clasificar los efectos del yoga por el tipo de posturas:
  • Las posturas en pie proporcionan vigor, eliminan tensiones, estimulan la digestión, regulan los riñones y atenuan el estreñimiento.
  • Las posturas de estar sentados son sedantes, eliminan la fatiga y serenan. Otras propiedades de estas postures son que regulan la presión arterial y que ayudan al restablecimiento de los convalescientes.
  • Las torsiones purifican, alivian el dolor de espalda y el mal de cabeza. También son efectivas contra la tensión de la zona del cuello y los trapecios. Influyen en los riñones y al mismo tiempo eliminan la pereza.
  • Las posturas invertidas revitalizan todo el cuerpo y son descongestivas. Eliminan la pesadez de las piernas y las partes afectadas por la acción de la gravedad. Mejoran la circulación y la irrigación cerebral. Activan las glándulas pituitaria, tiroides y paratiroides. Las posturas invertidas están contraindicadas en los hipertensos y durante la menstruación.
  • Las posturas de equilibrio proporcionan agilidad y fuerza. Hace que desarrollemos el tono muscular y nos hacen mejorar la conciencia corporal, la coordinación y la concentración.
  • Las flexiones hacia atrás son rejuvenecedoras y nos llenan de energía y de ánimo. Sirven para combatir la depresión. Aumentan la flexibilidad de la espalda y refuerzan brazos y espalda.
  • Los saltos proporcionan energía, estimulan la ligereza y la alegria, la alerta y el vigor.
(*) Domínguez Senra MR, Pous MT. Guia pràctica de medicines i teràpies alternatives. Barcelona: Ed. Mina, 2006.
(**) En realidad escribió algo, con el dedo, sobre el polvo del Templo de los fariseos, cuando acusaban a María de Magdala, la magdalena. Juan 8, 1-11: "Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra". No sé sabe qué escribió.



Publicación duplicada ( Álbum del tiempo).

19/2/09

Nativos e inmigrantes


A Francisco M. Ortega Palomares

Hace unos días Fmop me propuso un post sobre la prehistoria de internet y lo que lo ha retrasado es que para hacerla tenía que poner en evidencia un salto "generacional" poco honorable que hubo en el mundo de las bibliotecas en los años 90. Ahora, con motivo de la presentación de un libro de la que acabo de llegar, me propongo saldar su propuesta y hacer una breve crónica del acto.
El post se podría muy bien subtitular "Crónica de la presentación de La alquimia de las multitudes". El libro lo firman Francis Pisani y Dominique Piotet, pero nos lo ha presentado en la sede de la Universitat Oberta de Catalunya el primer autor, un francés que ahora vive en San Francisco, del cual hay mucha información en internet. También lo presentaba Tomàs Delclós, el subdirector de "El País" y responsable de Ciberp@ís. 
Lo primero que hay que decir, aunque no sé si entraría dentro del formato de una crónica convencional, es que tanto Delclòs como Pisani han sido lo suficientemente elegantes y perspicaces como para no incurrir en la fea costumbre de ponerse a hacer predicciones sobre el futuro. Por mi parte, y ahora apartándome abiertamente del modelo de cronista, diré que si hay dos cosas de este mundo que no entiendo, éstas son:
1) Que haya gente que coma cada día bocadillos descongelados que preparó el domingo para toda la semana consiguiente.
2) Que se hagan predicciones sobre el futuro, cuando ya tenemos bastante -perdóneseme la paradoja o el absurdo- con las predicciones sobre el pasado y hasta el presente.
El título de mi post hace referencia a la alusión a los índigenas o nativos digitales y a los inmigrantes digitales por parte de los presentadores de La alquimia de las multitudes. Los nativos serían aquellos que han nacido bajo la generalización (que no universalización) de internet, mientras que los inmigrantes serían aquellos que básicamente por razones de edad, se han tenido que incorporar y que incluso están o mal predispuestos o con una actitud mucho más crítica que la de aquellos que no han conocido la era anterior a internet. Servidora no sabe muy bien en qué grupo autoclasificarse, porque si bien es cierto que por edad sería inmigrante, hice mi primera incorporación a la informática el año setenta y tantos, antes de mis dieciocho (por orden materna), y que era un cursillo cuyo 25% se desarrollaba con tarjetas perforadas, cosa que es lo más parecido que había a una tricotosa. Ambas cosas reconozco que se confunden en mi pobre cabeza porque su aprendizaje coincidió en el tiempo y fue en general un verano que quisiera olvidar. El resto del aprendizaje transcurrió con la grabación de floppy disks siguiendo un método didáctico que estaba enfocado a alcanzar una velocidad de más de 300 pulsaciones por minuto con el objeto de acceder a uno de los puestos de trabajo temporal de la única compañía telefónica de aquel entonces. Si alguien está verdaderamente interesado en que le diga con exactitud en qué horror de verano mamá me impuso -con su olfato prospectivo para los negocios- ese cursillo, buscaré el diploma. Está enrollado en el fondo de un baúl donde tengo la TV. Posteriormente, cuando me dediqué a la Biblioteconomía y a la Documentación me hice documentatonta y fui una de las personas -de un incierto centenar que había en toda España- que se dedicaron a la teledocumentación. La teledocumentación básicamente consistía en conectarse a través de un módem a un servidor o servidores remotos (los míos estaban en Alemania y Estados Unidos), con el objeto de consultar bases de datos bibliográficas o factuales de pago. Mi módem era el más veloz de Barcelona el año 1986 y circulaba a la vertiginosa velocidad de 1200 baudios (bites por minuto) a través del servicio X25 y luego X28 de Telefónica. Ese servicio reta todo comentario, pero puedo decir que arrancó de ese incierto centenar de teledocumentalistas y teledocumentatontas del que hablo un lenguaje para el cual ningún visitante de este blog está suficientemente preparado. Después de seguir protocolos de comandos en inglés muy penosos y crípticos la Telefónica te dejaba más colgada que un fuet (longaniza) y perdías absolutamente todo lo que estaba no sólo en la pantalla sino incluso lo que se había podido quedar en el teclado y ser recuperado con las teclitas de función F1 o F2. 
Esto fue mejorando e incluso recuerdo que el año 1992 recibí mi primer correo electrónico, también muy primitivo y sujeto a un protocolo intrincado. Creo que aprender a leer y escribir y eso es lo más importante que me ha pasado en mi aprendizaje y en mis perspectivas culturales. Nada lo ha superado de momento. 
La intervención de Pisani esta tarde del 19 de febrero de 2009 ha sido la de alguien que además de estar lejos de adoptar el papel de visionario o gurú, dominaba bien la escena y podía permitirse una cierta espontaneidad no exenta del aplomo que sólo proporciona una trayectoria rigurosa y fiable. Sus palabras iban encaminadas a subrayar la llamada "sabiduría de las muchedumbres", la "inteligencia colectiva" (Pierre Levy), el componente deliberativo (Henry Jenkins) de fenómenos como la Wikipedia o el poder organizativo/disolutivo del swarming. La sabiduría de las muchedumbres refleja la certeza de que la media de todas las opiniones de una multitud suele proporcionar el mismo dictamen que el que daría un experto. 
La discusión giró en torno a la banda ancha, al hecho de que la conectividad sostenida permite el desarrollo de internet. Inevitablemente se habló mucho sobre las redes sociales. No se pudo obviar el hecho de que Facebook, originada en la Universidad de Harvard, no se puede justificar en la ausencia de espacios públicos en sociedades como la norteamericana, puesto que en España existe el espacio público (entendiendo como espacio público en su sentido más elemental el "botellón") y existe Facebook. Tampoco se evitó el tema de que la Web 2.0 se opone a la Web 1.0 en que no está dominada por las instituciones y las empresas, siendo como es que el 60% de la web está producido por usuarios no institucionales y además escépticos. 
Otro apunte significativo fue el dedicado al hecho del parecido de la campaña de Kennedy, basada en la TV -por contraposición a la de Richard Nixon-, con respecto a la de Barak Obama, basada decididamente en Facebook y en general en las tecnologías de la información incluida la telefonía móvil. De hecho, Pisano reflexionó sobre el dato de que si bien hay unos 500 millones de personas que acceden a la web, hay 4000 millones de personas con telefonía móvil (por mucho que en muchos casos se trate de tarjetas prepago), tema que no debe ser descuidado. 
En la sala (espacio público como lo es un "botellón" o una red social) de la sede de la UOC de (Rambla Catalunya, 6) había 25 personas además de los presentadores, los técnicos y servidora.

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