n los últimos
días Scopus ha renovado su página web y es algo que se percibe enseguida porque
ha introducido cambios de diseño. También acaba de anunciar una mejora
bibliométrica en su blog.
No es secundario, para mí personalmente no lo es, que el título (A new standard of journal
citation impact: Powered by Scopus) se arrogue la creación de una norma (*). Tal vez
en nuestra latitud la “norma” o estándar se reserva para propuestas sobre
procesos, técnicas, etc., que están consensuadas y legitimadas por organismos
expertos o autorizados. En el caso de CiteScore, parece que se trata del
lanzamiento por parte de Elsevier de un nuevo indicador bibliométrico que viene
a complementar o cuestionar la información que ofrece Thomson Reuters desde el
Journal Citation Reports y la Web of Science.
El indicador
CiteScore, que en realidad es un conjunto de 8 indicadores, no es novedoso en
la forma en que maneja los datos: se calcula en relación al número de citas que
han obtenido las publicaciones de una revista. Lo que es novedoso, si acaso, es
que lo hace no sobre las publicaciones de dos años, sino sobre las
publicaciones de 3 años. El CiteScore de 2015 de la Revista Española de Cardiología
(Fig. 1) es de0,91 y está calculado por la división del número total de citas
en el año 2015 para las publicaciones de 2012-2014 (1091/1197).
El citeScore se puede consultar en el menú SOURCES, a través del que podemos manejar un buscador de títulos y de disciplinas. Cada publicación abre una ficha como la que reproducimos en la fig. 1.
Fig. 1: CiteScore de la Revista Española de Cardiología
Es difícil pronosticar
si la hegemonía del IF (Impact Factor) se
verá amenazada. Seguramente convivirán o superpondrán ambos indicadores. El lanzamiento de
CiteScore es bien reciente, del 8 de diciembre, por lo que apenas ha habido
alguna reacción por parte de los editores. Precisamente a través de
un artículo aparecido ayer en la revista Nature, sabemos más cosas bien interesantes.
Por ejemplo que el número de revistas consideradas por el Grupo Elsevier o Scopus para
su CiteScore duplica el número de revistas que son consideradas por Thomson
Reuters para su IF. Si el CiteScore maneja 22.256 revistas (8371 de
Medicina y 627 de Enfermería), Thomson Reuters maneja aproximadamente 11.000.
Ya hemos señalado
que el impact factor se calcula sobre dos años mientras que el citescore se
calcula sobre tres.
No es un tema
menor el hecho de que el Journal Citation Reports solo es accesible por
subscripción, mientras que se puede consultar el citescore de las 22256
revistas mencionadas en acceso abierto.
Tengo la
sensación de que el artículo de Nature, de Richard Van Noorden, señala la
condición de editor (publisher) de Elsevier, que tiene en su catálogo unas 3.800 revistas, cuando Thomson Reuters por así decirlo no tendría un...
¿conflicto de intereses? , ya que su negocio no es propiamente la edición de
revistas.
Una interesante
apreciación de Van Noorden afecta propiamente a revistas como Nature, Science o
The Lancet, que se ven “perjudicadas” con el citeScore puesto que este indicador
considera las editoriales, las cartas y las correcciones, que en realidad son
menos citadas por los investigadores que el resto de las publicaciones
convencionales. Según Van Noorden muchos editores se pueden ver empujados a
relegar ese tipo de contribuciones para que no cuenten y por lo tanto para que
no perjudiquen la suma de citas obtenidas.
La forma en que
se presentan los datos no es ni mejor ni peor que la forma en que se presentan
en la Web of Science, por lo que lejos de representar un alivio a la carga de
trabajo de quienes tienen que tener al día sus publicaciones, añade tal
vez otra tarea.
Lo interesante es ver a continuación cómo quedan reorganizadas las revistas de cada disciplina después de este advenimiento.
(*) Veo que recientemente se ha incorporado un enlace a Snowball metrics que en su banner predica ocuparse de STANDARDIZED RESEARCH METRICS.
(C) SafeCreative *1612090077276 (2022: 2212192893874)
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